Cabeza de mármol que representa al Genio de la Colonia. El borde
del cuello forma un escalón hacia dentro y no está completo, pero
seguramente ésta sería una cabeza que encajaría en la cavidad del
torso de una estatua, como nos revela el velo, perfectamente cortado
y pulido. Aparte del cuello, presenta desperfectos en la nariz y
rozaduras en otras zonas: labio superior, barbilla y ceja derecha.
Tiene mirada serena hacia el frente, con una ligera torsión hacia el
lado derecho.
El rostro, de planos algo pesados y rectos arcos superciliares con
reborde angulados en sus extremos. La cabellera es corta y está
trabajada a trépano, con gran soltura y en mechones que caen hacia
la frente y sienes. Durante mucho tiempo se pensó que era una
representación de Antinoo, el favorito de Adriano.
Por la tonalidad marfileña del mármol, en contraste con el color y la
calidad de otras figuras emeritenses, así como por su fina labra, se
piensa que es una obra importada.